¡Hola penfriend1!
Hoy, en lugar de mi habitual postal, te traigo algo diferente y especial: una postal escrita por otro remitente. Porque las cartas no solo nos llevan a otros lugares, sino que también nos acercan a otras voces. Por eso, hoy inauguro una nueva sección en la que, de vez en cuando, cederé el espacio a otras personas. Y para estrenar este experimento epistolar, nos escribe Araceli Ocaña desde Madrid.
Araceli Ocaña, conocida también como Ari Bradshaw, es la persona detrás de Martescitos de Recomendaciones, la newsletter que hace que mis martes sean mejores. Llegué a ella a través desde Lucía Sández y desde que comenzó no me he perdido ni una sola entrega.
Araceli es periodista, escritora y una apasionada de la cultura pop. Su manera de contar historias, con cercanía y humor, hace que leerla sea como escuchar a una amiga que siempre tiene una recomendación interesante bajo la manga.
¿Desde dónde nos envías esta postal?
Me encantaría decirte que desde mi casita americana desde upstate New York o incluso desde Carmel by the Sea, en California, pero… Te escribo desde mi (actual) casa en Madrid.
¿Sueles enviar o recibir postales en tus viajes? ¿Alguna postal especial?
Antes, como todos, mandaba muchas. Ahora, con mi hijo hemos recuperado esa tradición. Como me encantaría erradicar las redes sociales, mi sueño es que vuelvan postales y cartas. Para mí todas las postales son especiales y las guardo todas, pero recuerdo una que me mandó dentro de un sobre mi abuela siendo yo pequeña, una postal de Burgos, donde vivía, y un billete de dos mil pesetas. Eso era jugársela, el dinero no solía llegar.
¿Cuál ha sido el destino que más te ha sorprendido? ¿Qué es lo que no esperabas encontrar?
Me sorprendió mucho California, fui en 2017 y es verdad que conmigo Estados Unidos hace trampa porque me han ganado con su marketing, pero pensé que no me gustaría tanto como me gustó. No esperaba sitios tan bonitos como Carmel, San Diego y, mira, lo voy a decir: me encantó Los Angeles, aunque sea de cartón piedra. Una cosa que no esperaba ver allí fue el instituto de ‘Grease’ y me emocionó mucho (la zona en la que está, por cierto, Venice, me encanta también, con los canales).
¿Hay algún lugar al que siempre regresarías? ¿Qué lo hace tan especial para ti?
Siempre digo y siempre diré Nueva York, la ciudad de mis sueños desde que con 11 años hice un trabajo sobre ella. El hecho de ser un plató de película me entusiasma. Aunque si soy realista, la ciudad a la que siempre vuelvo es Barcelona, qué comida, qué bien lo paso siempre, qué cómoda es.
¿Eres más de improvisar o de planear al detalle?
En los grandes viajes, suelo llevarlo todo planeado. En los más sencillos, llevo una ligera idea. Una cosa que me gusta mucho hacer es hacer un plan importante y construir los días de viaje alrededor de eso: el problema es que a veces me equivoco de día reservando, ¡y eso le da un plus de improvisación inesperado!
¿Qué no puede faltar en tu maleta o mochila?
Siempre suelo llevarlo un cuadernito para guardar fotos y recuerdos, lo voy haciendo durante las noches del viaje, es una tradición.
¿Qué libro, película o canción te inspira a viajar o te acompaña siempre en tus aventuras?
Me ha costado un rato identificarlo pero te diría que ‘Cuando Harry encontró a Sally’ y ‘Serendipity’ me incitan muchísimo a viajar a Nueva York y sobre todo a Nueva York en Navidad, que es una cosa especial (recomiendo muchísimo Dyker Heights, en Brooklyn, el paraíso navideño). Como últimamente mis viajes son con niños, a descansar en la playa, te diré que cuando se acerca la fecha me gusta mucho poner ‘Aquí no hay playa’, nada te pone en mejor mood veraniego para huir de Madrid.
¿Qué consejo le darías a alguien que nunca ha enviado una postal para que se anime a hacerlo?
Lo que mandas por el móvil se olvida en el segundo después de bloquearlo. Las fotos desaparecen en una montaña de fotos digitales. Mandar una postal requiere un esfuerzo pequeño pero es un gesto grande: es acordarse de otro, elegir cuidadosamente el diseño, escribir a mano un mensaje, una dirección, comprar un sello y mandarla. Es precioso. Importante lo del sello: yo este verano me olvidé de pegarlos y eché nuestras postales al buzón sin ellos.
penfriend: se trata de una persona con el que uno se cartea, un contacto epistolar.
Me da a mí que vas a tener la culpa de algunas de mis futuras suscripciones con este proyecto :)
Me ha encantado! Jo, y qué ganas de volver a Nueva York me han entrado 😊