¡Hola penfriend1!
Esta semana vuelve nuestra sección epistolar con una invitada que me hizo muchísima ilusión encontrar: Caro, autora de Un lugar en Italia. Como buena amante de todo lo italiano, fue un regalo descubrir su newsletter y dejarme llevar por sus recorridos. Porque Caro no solo nos muestra rincones de Milán, donde vivió durante años, sino que ahora, desde Gorgonzola —sí, como el queso—, nos descubre absolutamente toda Italia: sus costumbres, sus fiestas, qué hacer en cada mes, sus pueblos con encanto y sus particularidades más cotidianas. Es una maravilla seguirla y aprender con cada entrega. Hoy nos envía su postal desde ese rincón tranquilo del norte de Italia, con la misma mirada curiosa y generosa con la que viaja y observa el mundo. Espero que la disfrutes tanto como yo.
¿Desde dónde nos envías esta postal?
Les escribo esta postal desde mi casa en Gorgonzola. Sí, una pequeña ciudad con nombre a queso en el norte de Italia. Se encuentra aproximadamente a 20 kilómetros al este de Milán y desde allí puedes llegar en metropolitana/subte.
¿Sueles enviar o recibir postales en tus viajes? ¿Alguna postal especial?
Hace un tiempo intercambié postales con otra argentina que vive en Austria, nos conocimos por las redes. ¡Recuerdo la emoción cuando la encontré en el buzón!
Pero la verdad es que lo mío con las postales es coleccionarlas. Es el souvenir que me llevo de cada lugar que visito. Algunas las uso para decorar mi casa, otras como índices de libros y otras, simplemente, las tengo guardadas en una carpeta y, cada tanto, las miro. Algunas de mis postales preferidas son… Me levanto, voy a buscar mi carpeta y regreso 30 minutos después, la decisión es muy difícil. Elijo una del planetario de Buenos Aires (un recuerdo de mi ciudad natal) y otra del mundo, una postal que me compré en uno de mis negocios preferidos de Milán.
¿Cuál ha sido el destino que más te ha sorprendido? ¿Qué es lo que no esperabas encontrar?
Otra decisión difícil. Es muy raro que un destino no me sorprenda. A pesar de que investigo mucho antes de cada viaje, la realidad (por suerte) suele superar a la virtualidad.
Por elegir un lugar, diría Milán. Me mudé en 2016 sin nunca antes haberla visitado. Llegué cargando una mochila de prejuicios ajenos: que no hay nada para ver, que es sucia, gris, triste, llena de gente y tráfico… Yo de Milán me enamoré a primera vista. Me parece una ciudad que ofrece muchísimo, muy fácil de recorrer, bella por donde la mires, muy interesante a nivel cultural, con una historia fascinante y con una oferta gastronómica espectacular. Pero sobre todo, porque fue la primera ciudad donde me volví a sentir en casa.
¿Hay algún lugar al que siempre regresarías? ¿Qué lo hace tan especial para ti?
Siempre regresaría a Buenos Aires, ciudad donde nací y viví 32 años. Donde se encuentra parte de mi familia y de mis amigos. Además, es otra ciudad fascinante en la que es prácticamente imposible aburrirse.
¿Eres más de improvisar o de planear al detalle?
Soy un mix. Para mis viajes, investigo antes sobre el o los destinos que voy a visitar para poder anticipar la compra o reserva de aquello que sea necesario. Además, suelo marcar todos los puntos que me interesan en Google Maps, eso me facilita la organización durante el viaje.
No defino que hacer día a día, sino que lo voy resolviendo sobre la marcha según las ganas, el clima, el cansancio, etc.
Me gusta viajar sin prisa y dejar espacio para la sorpresa. Esto lo aplico también cuando organizo viajes para otras personas. Siempre respeto el deseo de los pasajeros, pero en un viaje pueden suceder imprevistos que nos modifiquen el plan.
¡Ojo! El imprevisto no es siempre algo negativo. Puede ser que descubriste un café en una calle preciosa y decidiste sentarte a ver la gente pasar. Por eso creo que es bueno viajar con itinerarios flexibles. Sobre todo en países como Italia.
¿Qué no puede faltar en tu maleta o mochila?
En mi maleta no puede faltar mi botella de agua recargable.
¿Qué libro, película o canción te inspira a viajar o te acompaña siempre en tus aventuras?
No tengo algo en particular que me acompañe en todos los viajes. Más bien cada viaje tiene sus propias canciones, libros o películas. Me gusta investigar previamente si hay algo interesante para ver o leer sobre el destino. Y, además, me gustan mucho los road trips, así que de cada viaje volvemos con alguna canción que fue la protagonista de nuestras rutas.
¿Qué consejo le darías a alguien que nunca ha enviado una postal para que se anime a hacerlo?
Creo que lo bello de recibir una postal es la sorpresa. Perdimos la costumbre de usar el correo, pero es hermosa la sensación que se siente cuando entre flyers publicitarios y facturas aparece una postal. Mi consejo es que no lo posterguen porque estoy segura de que le alegrarán el día a la persona que la reciba.
penfriend: se trata de una persona con el que uno se cartea, un contacto epistolar.
¡Muchas gracias por invitarme a hablar de postales viajeras! 🫶
Hago lo mismo con las postales que Caro! Son mi souvenir de cada ciudad que visito y las atesoro en una carpeta. Tengo dos preferidas: una de Comodoro Rivadavia de los años setenta. Mi mamá creció allá pero no se acuerda quién le regaló la postal. El elemento misterioso me encanta y es la única que no compré yo. La segunda es de Portland, Oregon, en EE.UU. No es de papel, es como de una madera bien finita pintada a mano. Es mi favorita por lo bella.