Postal #8 - Los atardeceres, parar y disfrutar
Hola penfriend:
Hace muchos años conocí a un chico en un campamento de verano. No te imagines ningún amor de verano, porque no lo fue. Pero si me regaló una enseñanza que hace que a día de hoy, hace más de 16 años me acuerde de él. Me contó que cada tarde, daba igual lo que estuviera haciendo, cuando llegaba la ahora del atardecer, paraba su actividad y se iba a ver la puesta de sol. Siempre y sin excepción.
Yo incrédula, le pregunté si de verdad lo conseguía hacer cada día y me respondió: "Marta, esto es un regalo que tenemos cada día, ¿por qué no lo voy a disfrutar?".
No tuve más contacto con él, con lo que no sé si, ahora siendo una persona adulta con obligaciones y trabajo seguirá pudiendo disfrutar del ocaso diario.
Este pensamiento me dejó reflexionando. ¿Cuántas veces te paras en tus vacaciones a simplemente contemplar un atardecer, el mar, el amanecer, las montañas, etc.? Pero ¿cuántas veces lo haces en tu rutina diaria?
Yo la primera; estas últimas semanas han sido un poco vorágine, encadenando eventos, sin dejarse un poco de tiempo para parar respirar y disfrutar.
Mientras que en vacaciones procuro verdaderamente seguir el consejo del chico del campamento, al volver a la rutina, ésta me atrapa y entre semana me olvido de ese regalo diario que tenemos.
Cierto es que, muchas afecta la orientación de la vivienda. En Múnich, vivía con orientación al oeste y muchas veces, casi sin quererlo, disfrutaba del espectáculo.
En mi piso actual, la orientación nos permite disfrutar de maravillosos amaneceres. En verano es difícil verlos porque el sol sale a las 5 de la mañana, pero ahora que los días se acortan y nos despertamos con el amanecer, disfrutamos de paisajes así.
Muchos nos quejamos de este ritmo frenético en el que nos vemos envueltos. Creo que hemos vuelto a ritmos de actividades mayores a la vida pre pandemia. Con la excusa de haber estado dos años semi pausados y unido al famoso síndrome FOMO - fear of missing out - el temor a perderse algo - no somos capaces de vivir en un ritmo más pausado, más lento, disfrutando más el aquí y ahora.
En alguna de las postales anteriores te contaba que yo aprovechaba los veranos en Alemania y me iba de vacaciones en noviembre, cuando aquí el tiempo está gris y todavía no se han llenado las ciudades del precioso ambiente navideño. En mis vacaciones siempre desconecto, literalmente. Apago el móvil y ya se puede parar el mundo, que no me voy a enterar. Con el móvil apagado, uno levanta los ojos de la pantalla y se vuelve a fijar en detalles, que a priori pasan desapercibidos. Además, siempre voy con mi libreta en mano, apuntando todo aquello que me llama la atención. Llenando el alma de experiencias, de encuentros casuales con locales, aprendiendo otras culturas y otras maneras de ver la vida. Me da la sensación que si uno sigue conectado al móvil, sigue recibiendo mensajes del día a día y consigue desconectar 100%. (Así soy yo, conozco gente que necesita estar conectado porque si no le entra ansiedad y la vuelta se le hace un mundo).
Dicho todo esto, te cuento que Postales de domingo se va de vacaciones, a escribir postales con boli y sellos. La idea es que el 20 de noviembre vuelva con la postal #9.
Varias cosas antes de despedirme:
- quedan 70 atardeceres hasta que acabe el 2022. Te propongo que te pares a ver al menos 2 puestas de sol. Si lo consigues,me encantará que me lo cuentes.
- si te gustan mis postales, me ayuda mucho que corras la voz y me recomiendes a tus amigos, conocidos o vecina de arriba.
- un penfriend es un contacto epistolar y muchas veces esta carta queda sin respuesta. Tiene fácil solución, aprieta en tu email a responder (si, si, como un email cualquiera) y cuéntame aquello que se te pase por la cabeza.
Ahora si que si, recuerdos desde Ulm, preparando maleta para Toulouse.
Marta.
PD: La postal de hoy es un atardecer en Seychelles, concretamente en la isla de La Digue. Allí me encontrarás cuando gane la lotería.
PDD: Recuerda que tenemos un grupo de telegram; aprieta AQUI si te quieres unir. (y si quieres pero no lo consigues avísame que te ayudo).
Para no dejarte sin entretenimiento estas semanas te recomiendo:
El podcast Participantes para un delirio; un podcast donde la artista Coco Dávez entrevista a artistas de diferentes campos. Mi capítulo preferido es el 9, en el que entrevista a su padre y hace una oda de amor a Madrid.
Ayer me acaba el libro de Maggie O'Farell "La desapareción de Esme Lennox" y me reafirmo en que me encanta esta autora. Os lo recomiendo encarecidamente.
También me terminé hace unos días "Las uvas de la ira" de John Steinbeck, ganador del Nobel y Pulitzer. Sin duda este libro no te deja indiferente.
Y para acabar las recomendaciones lectoras, un libro espeluznante de la realidad en Corea del Norte: “La acusación” de Bandi.
Pero sobre todo, te recomiendo parar, contemplar y disfrutar.