Postal #6 - Sopa de pollo para el alma
Queridos penfriends*:
Escribir una postal sobre el idioma alemán podría convertirse fácilmente en una tesis doctoral de páginas infinitas. Sin embargo, si hay algo que me gustaría destacar es que el idioma alemán es muy poético. La manera de crear palabras es absolutamente maravillosa y se consigue poner nombre a sentimientos o expresiones que en español no tenemos. Y esto lo digo a pesar de que a los hispanohablantes nos pueda parecer lo contrario, al juzgar el idioma sólo por cómo nos suena.
Yo soy por ejemplo muy fan de la palabra Fernweh, literalmente dolor lejano que se traduciría como nostalgia por destinos lejanos, lo contrario de la nostalgia o morriña por tu tierra - que en alemán sería Heimweh.
Ya hemos dicho que Weh es dolor, luego Heim sería hogar, casa.
Siempre me ha gustado que en alemán, al decir vuelvo a "casa", dices vuelves a Heim, al hogar. También cuando vuelves a tus raíces vuelves a Heim.
Y este sentimiento de hogar, Heim, me ha llevado a preguntarme, al haber tenido ya tantos hogares en estos años, qué hace una casa tu hogar: ¿tus libros? ¿tus fotos y recuerdos? ¿la gente que vive en ella?
Durante mis años de estudiante tenía al lado de la cama en la mesita de noche, el libro Sopa de pollo para el alma. No es un gran libro, ni de una gran literatura, pero para mí era ese libro al que siempre volvía cuando me sentía un poco triste, o estaba necesitada de alguna historia que me reconfortara el corazón… ese volver a casa.
Hace más de 10 años que no lo abro, así que no sé si hoy en día es un libro que recomendaría. Pero si os recomiendo que tengáis alguna lectura que os proporcione esa sensación de confort de, como bien dice el libro, un poco de sopa para calentar el alma.
Esta semana las temperaturas han bajado drásticamente en Alemania y yo siempre necesito un mini proceso de adaptación, de aceptar que el calor veraniego se ha ido para no volver hasta el año que viene y que hay que sacar el chaquetón.
Mi querida C. vive en Copenhague, pero también es de Valencia. Así que muchas veces añoramos juntas las cosas buenas de la terreta, pero más veces aún nos reafirmamos en las cosas buenas que tiene vivir por la Europa central. El año pasado hicimos una lista bien maja de las cosas que valoramos del otoño, a pesar del frío. (aunque me cueste un poco al principio acostumbrarme, el otoño es sin duda una estación maravillosa - sobre todo con sol dorado).
El caso es que la llegada del frío también trae un montón de momentos "de hogar", de sentirse lleno de confort. Llegar después de un paseo en el frío a casa y tomarse un té calentito, sentarse bajo la manta en el sofá mientras oyes la lluvia caer (sin remordimientos), chocolates calentitos....
Reconozco que para mí, otro "momento sopa"; es sentarme a ver la serie Friends en bucle: si he tenido un día regulero, volver a casa y ponerme las aventuras de Mónica, Rachel, Phoebe, Chandler, Joey y Ross, es como reencontrarme con amigos. Puede parecer una bobada, pero la serie me ha acompañado durante los últimos 20 años. Me pasa un poco lo que dijo David Beckham en el episodio de The Reunión: independientemente de donde esté, si me siento triste y echo de menos a mi familia o amigos, me pongo un episodio de Friends y me pongo automáticamente de buen humor.
Además, siempre descubro algo nuevo: creo que en la última tanda fue cuando descubrí que Chandler intentaba leer el libro de "Sopa de pollo para el alma" para conseguir reblandecer su corazón y llorar.
Y, por poner otro ejemplo, el jueves estaba pelando pimientos para la escalivada que preparo cada dos semanas (porque la comida rica también crear hogar), y vi un capítulo en el que Ross comentaba que tenía una newsletter familiar ¡cómo me reí! Fue un momento en el cual no había yo caído hasta ahora. (Si te interesa saber en qué capítulo escríbeme y comentamos).
La saga de los libros Harry Potter es otra de las cosas que me transporta a un "momento sopa". Me traslada a tantos momentos felices, como cuando compré el segundo tomo (sin saber que era una saga) en la feria del libro con mi madre porque "a mi primo V. le había gustado mucho". Los Reyes me trajeron el primer y tercer tomo y por fin tuvo sentido la historia.
Luego empezó el boom de Harry Potter y yo reservaba en la librería el libro, MI libro, para no quedarme sin él. Recuerdo las maratones de días hasta acabar el libro, y después disfrutar de volver a releerlo, ya sin las ansias de saber qué pasará.
En resumen, estos momentos “sopa” me dan alegría, me ayudan a pasar por ratos no tan buenos, y me confortan. Mi Heim está formada por la persona que vive conmigo, además de todos mis buenos recuerdos, libros, fotos que me hacen sentir acompañada y rodeada de tantas personas que quiero y me quieren.
Y ahora te toca a ti, ¿cuál sería para ti ese libro al que siempre acudes? ¿Y tus "momentos sopa"? ¿Eres fan de Harry Potter o de Friends como yo?
Recuerdos hoy, desde Valencia, mi Heim.
*penfriend: se trata de una persona con el que uno se cartea, un contacto epistolar
También se viaja comiendo, os dejo la receta de escalivada, por si queréis trasladaros a Valencia.