Postal #5 - El rocío brilla en la hierba
Querido penfriend:
Siento las ideas a borbotones en mi cabeza y me cuesta poner orden entre tantas cosas que quiero contaros.
Estos días hablaba con una buena amiga que la llegada de septiembre significa para muchos el fin del verano, la vuelta a la rutina, al volver de vacaciones. Los días se acortan y en Alemania, dónde me encuentro, al empezar el mes suelen bajar las temperaturas y el clima se vuelve más otoñal. (eso no es siempre así en Valencia, de dónde yo soy).
A raíz de esta conversación me paré a pensar que las cuatro estaciones no siempre cuadran con lo que vivimos; o más bien, nosotros no siempre nos adaptamos a la naturaleza. El caso es que, hace poco leí sobre la tradición japonesa que cuenta con 72 micro-estaciones de aproximadamente cinco días cada una, ofreciendo un viaje poético a lo largo del año.
Sus nombres son por ejemplo: "Florecen los primeros melocotoneros" o "Las ciruelas se tornan amarillas", y se corresponden a hechos reales de la naturaleza en ese momento. Me parece absolutamente maravilloso. Hoy os escribo desde "El rocío brilla en la hierba". (Ahora bien, imagina en el colegio en vez de recitar las 4 estaciones del año, que te toque recitar 72 ja ja ja).
Os dejo en este link un artículo con todos los nombres. Claramente, es bastante específico de la geografía, fauna y flora de Japón. Si tuviera que titular la estación de estos 5 últimos días aquí en Ulm sería "Refrescan las noches".
El caso es que, escribiendo sobre el paso de las estaciones, me he acordado de que en Alemania, en las cartas de los restaurantes rigen las verduras de temporada de manera muy intensa. Así, en estos momentos estamos en temporada de rebozuelos y los encuentras literalmente hasta en la sopa. Le seguirá la temporada de calabazas y a partir de abril, los alemanes se vuelven locos con sus espárragos.
Con la llegada de septiembre me he propuesto imprimir las fotos de los años pasados y han salido a la luz muchos recuerdos que tenía totalmente olvidados y eso que por ahora solo he puesto orden en el 2020 y el 2021. Comentaba con mi padre, que en esta era digital hemos empezado a fotografiar, además de viajes y momentos especiales, la cotidianidad. Cuando usábamos cámaras de carretes, reservamos las fotos, pero hoy en día hacemos a veces fotos sin ton ni son.
Esto es un arma de doble filo ya que nos permite guardar en la memoria momentos más simples, pero también acumular tantísimas fotos, que el "bosque nos impide ver los árboles". Pues bien, a raíz de haber puesto en un álbum el 2020 me he dado cuenta, cuantísimos momentos caseros he destacado, pero al fin y al cabo, en eso consiste la magia de la vida, en disfrutar las cosas sencillas.
En épocas más difíciles he hecho el reto de los #100happydays, es decir los 100 días felices, que trata de destacar durante 100 días seguidos algo bueno del día. Las primeras veces que lo hice, me apuntaba en una libreta una frase de algo que destacar y otra veces publiqué una foto diaria.
A medida que pasaban los días, el reto me sirvió para (re)aprender a ser consciente de todo lo bueno que nos rodea y darme cuenta de lo afortunada que era: cada día, tiene algo bueno por muy pequeño que esto sea.
La postal de hoy llega a su fin, se acorta, como los días. Muchos sois los que os habéis unido desde que allá a principios de julio envié la primera postal, pero si me gustaría repetir una cosa y citarme:
¡Gracias por abrirme tu buzón! Bienvenidos a este rincón lleno de postales, viajes, curiosidades y recomendaciones. A partir de ahora cada dos domingos recibiréis una postal, donde nos contaremos cosas. Y hablo en primera persona de plural porque espero que, como buena correspondencia, que tú me respondas y me cuentes a mí.
Así que penfriend al otro lado de la pantalla, aprieta el botón responder y cuéntame cuál sería la estación que estás viviendo si tuvieras que limitarla a 5 días. O cuéntame qué tal te ha ido el ya lejano verano. O tu libro favorito, lo que quieras.
Recuerdos, hoy desde Ulm.
Marta
*penfriend: se trata de una persona con el que uno se cartea, un contacto epistolar
También se viaja leyendo; el próximo libro que vamos a leer en mi club de lectura de Ulm va a ser 1984 de George Owell. Mi primer contacto con este autor fue con Los días de Birmania, un libro maravilloso que tuve la suerte de leer estando en ese país.
También se viaja comiendo; y para teletransportarse en el tiempo, te dejo esta receta de hojaldre de calabacín muy rica y fácil que hemos estado haciendo todo el verano. Así te puedes transportar con el paladar a los días estivales.