Postal #2 - Hallo Deutschland

Hola penfriends*

Cuando en el 2002 pisé por primera vez Alemania, nunca me hubiera imaginado que 10 años me mudaría a este país. Efectivamente, en unos pocos días hará una década que me mudé aquí. ¡Diez años! 
Sé que parece un cliché, pero aún me parece que acabo de llegar. 

Y hablo de Alemania, aunque en realidad debería centrarme en el sur, que es donde he vivido y vivo. La unificación de Alemania (en el Imperio alemán) ocurrió en 1871 y sus cuatro territorios (Reino de Baviera, Reino de Sajonia, Reino de Wurtemberg y Reino de Prusia) son de lo más dispar. 

Estas grandes diferencias las había notado cuando iba de visita a otras regiones; la gastronomía, las tradiciones, los dialectos son tan diferentes que es imposible no notarlo. Pero hace poco más de un año, abandoné la rica Baviera para mudarme a Ulm, ciudad totalmente fronteriza entre Baviera y Wurtemberg. Creedme cuando os digo, que a veces tengo la sensación de que he vuelto a empezar mi vida en otro país. Yo que me las veía bien adaptada a las Germanias... ¡vuelta a empezar!

A algunos os sorprendió, después de leer mi gran amor por Italia, de que viviera en Alemania. Me puse a darle vueltas al asunto. ¿Qué hace una española enamorada de Italia viviendo en Alemania? Y me di cuenta de que, en realidad, me encanta Europa. Estuve pensando en todos mis viajes a Francia (que también son unos cuantos), mis idas y venidas a Inglaterra (estuve un año viviendo allí), mi erasmus en Suiza y entendí, que uno puede ser feliz donde se lo proponga. O al menos, quiero creer que yo lo he conseguido hasta la fecha. 

A mí la frase "como aquí - sea donde sea el aquí - en ningún sitio" no me representa. Cada ciudad y país en el que he vivido me ha enseñado nuevas culturas, nuevas personas, nuevas perspectivas. Siempre llevando mi tierra en el corazón; compartiendola y llevándola allá he ido. Toda una embajadora. 

Me voy un poco por los cerros de Úbeda, quería hablaros de Alemania y me pongo hablar de Europa, de vivir fuera y de cómo intento quedarme siempre con lo bueno de todos estos diferentes mundos.  

Ahora mismo mi casa está en Ulm (una ciudad la mar de curiosa atravesada por el Danubio y que divide la ciudad en dos, como en Budapest). Posiblemente no te suene esta pequeña ciudad, ya hablaremos de ella, pero como adelanto te contaré que es la ciudad natal de Albert Einstein y, por si quieres curiosear, tiene dos récords Guinness. 

Gracias a vivir en el centro de Europa, podemos viajar en poco tiempo a Italia, Chequia, Francia, Suiza... Estar en el meollo europeo, para una enamorada de los viajes es todo un lujo. 
Además, si algo me fascina de Alemania es el paso de las estaciones; el otoño me tiene completamente enamorada y si no fuera porque los días se van acortando, sería mi estación favorita. 

"Visitar otros países y otras culturas a mí me ha enriquecido de tal manera que te podría estar hablando toda una mañana de cómo ha repercutido esto en mi identidad. Para resumirlo te diré que yo prefiero tener piernas que raíces. Digo esto porque las piernas te permiten viajar, ver otras culturas y otras gentes, conocer otros modos de vida..., y las raíces te enrocan en un sitio, te obsesionan, y las defiendes a ultranza: 'ser católico, ser catalán, ser vasco, ser español, ser de no sé qué secta...' todo eso te ensimisma." 
Francisco Gavilán

Me da la sensación de que esta postal de Alemania se ha convertido en un batiburrillo de pensamientos, quizá un poco atropellados. Así mejor te doy la palabra, cuéntame si has vivido fuera de tu país/ciudad, con qué bueno te quedas de ello. Y si te apetece contarme si has estado en Alemania y donde, podremos intercambiar opiniones de este bello país. 

Recuerdos, hoy desde Santander. 

Marta

*penfriend: se trata de una persona con el que uno se cartea, un contacto epistolar 
 

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También se viaja comiendo: la gastronomía alemana va muchísimo más allá de las salchichas y si de algo son los verdaderos reyes los alemanes, son de los postres. Os dejo un link con 24 recetas de lo más sabrosas. Cuéntame si te animas a cocinar o si ya has probado alguna. 
 

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También se viaja leyendo: este año he leído dos libros ambientados en Alemania:
Tú no eres como otras madres, la autora cuenta la historia de su madre; una alemana judía que vive en Berlín durante los años 20, la Segunda Guerra Mundial y su exilio.
Todo en vano, 1945, narra el éxodo de los alemanes en Prusia ante el avance del ejército rojo. Una cara de la historia de la que se habla menos y, desgraciadamente, no puede estar más actual debido a la invasión de Ucrania.